El precio del éxito

Triunfar en la música puede llevar consigo muchos beneficios para aquellas personas que se dedican a ello. El ser reconocido por el público, hacer que tu estilo musical, tus letras, melodías, etc. lleguen a todo tipo de público. Recibir premios otorgados por el público o bien por los entendidos de la música y compañeros de profesión. Viajar y llevar tu música de un país a otro, ganancias económicas,... Pero al mismo tiempo si ese triunfo no se sabe llevar, asimilar, se tropieza porque uno de sus trabajos no funciona puede ocasionar que el artista/músico sufra depresiones, que decida alejarse de los escenarios o incluso llegar a algo peor como quitarse la vida. Pero, qué puede llevar a una persona que lo tiene todo o casi todo a apartarse de un mundo que en un principio era su sueño, su meta. Desde mi punto de vista, es un mundo que exige mucho. Para poder estar encima de un escenario y dar un concierto son necesarias muchas horas de ensayo y práctica. Primero practicar con tu instrumento, sea el que sea, para saberte al dedillo todas y cada una de las canciones que, aunque podemos tener a mano las partituras encima del escenario siempre es bueno tenerlas también en la mente. Luego horas y horas de duros ensayos, ensayos en salas de estudio y luego sobre el escenario para que todos los instrumentos incluido el cantante se compacten y suenen al unísono, y para practicar la puesta en escena si se dispone de bailarines o cuerpo de baile o cualquier otra sorpresa que se tenga preparado para deleitar a los asistentes. No hay nada que se deje a la improvisación aunque en alguna que otra ocasión así lo parezca. 

 

El cansancio también puede hacer mella en los artistas y músicos, agotamiento físico y mental, así como demasiado tiempo fuera de casa,  lejos de su familia, sin tiempo para estar con los amigos, etc. Todo ello hace que quieran desconectar durante un tiempo para descansar, recuperar fuerzas, ir planeando cómo será su próximo disco, canciones, conciertos, etc. Algunos utilizan también ese retiro momentáneo de los escenarios y la vida pública para seguir manteniendo los pies en la tierra, volver a realizar las cosas que hacían antes de saltar al estrellato, como por ejemplo practicar esos deportes que antes solían hacer con más asiduidad pero sobre todo lo utilizan para estar con su familia y amigos. 

 

Éste es un mundo que exige mucho, se critica en demasía y en muchas ocasiones los artistas deciden hacer un parón en sus carreras artísticas como les ha ocurrido a Pastora Soler o a Pablo Alborán, la primera ha decidido parar para ser madre y el segundo para dedicarse un poco más  a sí mismo, a su familia y para mejorar sus estudios idiomáticos.

 

Muchos son los motivos que pueden llevar a un músico a retirarse de la vida pública y pocos a veces los que entendemos que en ocasiones es necesario hacerlo. Sea cual sea el motivo, lo que sus fans y público en general les piden es que regresen lo más pronto posible, con energía renovada y grandes proyectos para poder seguir deleitando a sus seguidores con sus nuevas composiciones.