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Cuando creemos que no podemos con todo, ¿debemos abandonar el estudio del instrumento musical?

Muchas veces, a lo largo de nuestra andadura por la vida podemos llegar a estar saturados o sobrecargados con un exceso de obligaciones y responsabilidades, y es normal que queramos abandonar algunas actividades que requieran una inversión de tiempo, creyendo erróneamente que esto será la mejor solución para superar este bache.

Está claro que cuando algo nos consume gran parte de nuestra atención y preocupación intentamos superar esa situación lo antes posible, y solemos volcar todos nuestros esfuerzos en ello sin dar tregua a otras opciones, pero, ¿te has planteado que quizás ésto sea un error? Está demostrado que el cerebro humano tiene un límite de tiempo en la capacidad de atención, y que el rendimiento en las diferentes actividades que realizamos tiene una “calidad” asociada a los periodos de descanso, ya que si únicamente realizamos la tarea que demanda nuestra principal atención sin el descanso necesario, tardaremos más en conseguir los resultados deseados y seguramente con peor calidad.

Tocar un instrumento requiere una inversión de tiempo diaria, o al menos es lo que se recomienda para poder progresar, y sin embargo, y a pesar de que se obtienen una serie de beneficios para nuestro cerebro, también demostrado científicamente, y asociados a la lógica, las matemáticas, los idiomas y la psicomotricidad entre otras, muchos estudiantes tienden a sacrificar sus estudios musicales cuando en el colegio, instituto o universidad se agobian con las épocas de exámenes o la realización de los trabajos que les mandan en los Centros donde estudian.

Muchas veces no somos conscientes de que la disciplina bien aplicada que demanda el estudiar música, puede ser algo muy positivo para nuestra maduración personal y progreso como personas, algo que en el futuro podría ser de gran valor en el terreno profesional, sea el área que sea, además de en lo familiar y en lo personal.

Todo lo aquí expuesto, debe ser considerado para entender que lo más importante es que valoremos esos ratos de ocio en donde dedicar unos minutos diarios a nuestro instrumento puede aportarnos mucho más de lo que generalmente creemos, ya que, si practicamos con la intención sana de aprender y divertirnos, esos treinta minutos que le dediquemos a nuestra guitarra o batería (o cualquier otro instrumento), servirán para “oxigenar” nuestro cerebro, ayudándonos a relajarnos y evadirnos de esos asuntos que nos estresan y nos consumen, con la intención de obtener un descanso de calidad que nos ayude a reemprender otras actividades con más fuerza. Es importante entender que la opción de romper de una tajada el estudio de un instrumento musical no nos va a ayudar al reencuentro con éste una vez hayamos superado el bache por el que pasamos, ya que muchas veces el desgaste de aquello que demandaba nuestra atención y tiempo pueden debilitarnos y dejarnos en un periodo de necesidad de un descanso intenso que nos vuelve a distanciar de aquello que nos gustaba, y el reencuentro puede no ser como creíamos que podría ser.

¿Cuántos estudiantes de música con objetivos profesionales dentro de esta materia, estudian música exclusivamente? Podrás comprobar que los jóvenes que estudian en los Conservatorios no deben responder de manera diferente al resto de jóvenes de nuestro país, ellos también van al colegio, institutos y universidades, y aún así, y por regla general, suelen ser alumnos con buenas notas, ¿no te da qué pensar? Estos estudiantes de música no tienen superpoderes, ni son seres de otra galaxia, simplemente entienden la importancia de ser disciplinado y aprender a organizar mejor su tiempo intentando que todo tenga cabida en las horas que nos da el día, además de que también deben respetar un espacio para las amistades y la familia, para poder tener en equilibrio los pilares sociales de todo ser humano.

En conclusión y a modo de impulso psicológico, si en algún momento te ves forzado a tomar decisiones drásticas con el estudio de tu instrumento musical, plantéate si hay otras vías que puedan ayudarte a superar la dificultad que pueda presentar aquello que demanda tu principal atención y plantéate si hay alguna opción de organizar mejor tu tiempo, aunque tengas que restar tiempo de otras actividades, pero no pienses que dejarlo de lado por un tiempo será una solución fácil de recuperar posteriormente. La mayoría de los que opinan que dejar la música unos meses para superar los exámenes es la única vía se equivocan, ya que transcurridos esos meses muchos han decidido abandonar definitivamente sus estudios musicales, por la comodidad y lo fácil de tener algo de tiempo extra, pero están quitándole importancia a su momento de ocio, a lo que les divierte y les gusta, y a lo que supone “una barrita de cereales” para el cerebro.

Si te agobias con los estudios, párate, ponte en pie con la cabeza alta, inspira con fuerza y llena tus pulmones de aire y plantéate que es lo que realmente te gusta, ¿realmente quieres abandonar tu pasión por un momento de estrés? No lo sacrifiques, reorganiza tus prioridades y distribuye el tiempo de una manera que te permita seguir avanzando, con el paso de los años te darás cuenta de que hiciste lo que debías hacer y estarás agradecido contigo mismo por ello. Se muy bien de lo que hablo, yo también pasé por ello como la mayoría de las personas que hemos estudiado música, y hoy en día estoy muy orgulloso y me siento afortunado de esos sacrificios que hice por llegar a donde he llegado en la música.

Que la fuerza te acompañe ;)

Modificado por última vez enJueves, 08 Febrero 2018 22:24

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